miércoles, 2 de marzo de 2016

5 creencias enfermas de las grandes religiones del mundo

buda en madera


En el mundo existen diecinueve grandes religiones, la mayoría de las cuales jamás has escuchado mencionar. Dentro de esas diecinueve, existen miles de subgrupos, sectas y denominaciones, cada una fielmente convencida de que es la “religión correcta”.

Este hecho, por sí solo, es motivo de discusiones en las cenas familiares, además de las interminables guerras que cuestan la vida a millones de personas. Pero, la próxima vez que empieces a discutir con alguien sobre religión, antes de acusarlo de creer en tonterías, considera que solo un loco puede reconocer a otro. La verdad es que todos llevamos un poco de locura dentro, incluso los fieles.

1 – Los católicos y el Santo Prepucio

Cuando Jesús era una recién nacido, él, como cualquier otro niño judío de aquella época, pasó por el ritual de la circuncisión. Pero como se trataba de Jesús, su prepucio resultó mucho más especial que el del resto. En realidad, las personas solían atribuirle poderes mágicos.
santo prepucio
Durante el medioevo, una cantidad absurda de personas afirmó poseer el prepucio sagrado. En cierto punto, había 18 de estos prepucios esparcidos por el mundo, lo que sutilmente sugería que o Jesús tenía 18 miembros, o que los prepucios de bebés al azar estaban haciéndose pasar como si fueran el legítimo de Cristo.
Por ejemplo, supuestamente Carlomagno obsequió al Papa León III el prepucio con motivo de la Navidad del año 800, cuando este se coronó emperador. El trozo de piel fue robado en 1527. Bueno, más o menos. Y fue redescubierto en Calcata, Italia, en el año de 1557, se supo que era ese porqué la Iglesia lo autentificó.
Sin embargo, en 1100, Balduino I de Jerusalén llevó un prepucio de Jesús diferente (presumiblemente el “legitimo”) a Palestina durante la primera cruzada. Ese también terminó desapareciendo. En seguida, reapareció en el siglo XII, y después volvió a esfumarse. Reapareció nuevamente en 1856. Entonces, o el prepucio de Jesús tenía la habilidad de viajar en el tiempo o alguien (o todos) estaban mintiendo.
En el año de 1900, el Vaticano decretó que aquel que hablara o escribiera sobre el Santo Prepucio sería excomulgado. En el último episodio de esa obsesión irracional por la carne del miembro de un bebé, un sacerdote en Calcata robó el supuesto verdadero prepucio en 1983.

2 – Los judíos ortodoxos y el sangriento ritual que puede matar a sus bebés

Una distorsión del ritual ortodoxo de circuncisión de los judíos, llamada metzitzah b’peh, literalmente puede matar a sus bebés. El mohel es la persona responsable del corte. En seguida, en lugar de limpiar la herida con cualquier objeto apropiado e higiénico, succiona la sangre de la incisión con la boca.
circunsicion judia
En Nueva York, Estados Unidos, un mohel de nombre Yitzchok Fischer recibió una prohibición para llevar a cabo el proceso luego de que tres bebés dieran positivo a herpes (uno de ellos murió) entre 2003 y 2004. Pese a esto, en 2005, Yitzchok se mantenía realizando los rituales y, aunque la ciudad intentó procesarlo, el asunto pasó a un tribunal religioso.

3 – Los monjes budistas y el entierro celestial

Cuando uno piensa en los monjes tibetanos se viene a la mente la sabiduría y la bondad. Estos hombres dedican sus vidas a la búsqueda de un significado más profundo, meditando tranquilamente durante aproximadamente el 90% de su existencia (creo). Sin embargo, en la muerte, la rareza natural de las religiones sale a flote.
entierro celestial tibet
Estos monjes creen en algo llamado jhator, un acto de generosidad que solo puede llevarse a cabo después de la muerte. Ellos creen que el cuerpo es solamente un “contenedor”, por eso, cuando uno de ellos muere, sus compañeros lo cortan en trozos y colocan estas partes en la cima de una montaña para que los restos mortales sean comidos por los buitres.
A pesar de que suena extraño, hay una lógica detrás de este tipo de “práctica funeraria”. Debido a la localización del Tíbet, una cremación resulta difícil porque la madera es escaza. Y sepultar a las personas no es algo viable, dado que no es posible cavar más que unos cuantos centímetros antes de encontrarse con roca sólida. Entonces, el fondo de toda esa “generosidad” podría ser, probablemente, una disculpa para no parecer personas horribles por transformar a sus propios amigos en un banquete para aves carroñeras.

4 – El templo Baba Sheikh Umar Saheb Dargah y los bebés arrojados de grandes alturas

Quizá no lo recuerdes, pero probablemente algún familiar tuyo te arrojó por los aires cuando apenas eras un bebé. Bueno, alguien decidió tomar esta práctica, tergiversar totalmente el significado, colocarla en la cima de un tempo y decir que era una religión.
En la India, hindúes y musulmanes lanzan a bebés desde una torre de 15 metros de altura en el tempo Baba Sheikh Umar Saheb Dargah para que sean capturados abajo por personas que sostienen una tela. Y no decimos que los altos indicies de mortalidad infantil en la India sean resultado directo de arrojar bebés en Maharashtra, pero si así de feo empieza una vida, ¿Cuáles son sus posibilidades más adelante? Si sobrevives a una caída de esta después de nacer, probablemente consumas toda tu suerte para el resto de tu vida.
India está intentando prohibir esta práctica de siete siglos de antigüedad ya que, por alguna razón inimaginable, el gobierno cree que esto hará que sus bebés sean más saludables.

5 – Los mormones y el planeta Kolob

Según los escritos mormones, que Joseph Smith tradujo de antiguos textos egipcios, Kolob es el sitio a donde todos los mormones van una vez que mueren. Es como el cielo de los cristianos, con la diferencia de que está bajo una constante amenaza de destrucción por un asteroide o por la invasión de una malvada raza alienígena, dado que es un planeta (que, hasta donde sabemos, no existe, en caso de que te interese el punto de vista científico).
planetas
Y aún más extraño: las escrituras de los mormones no hacen distinción entre estrellas y planetas, en consecuencia, todo en el espacio es llamado estrella. Esto significa que, cuando los mormones mueren, sus almas pueden viajar por la inmensidad del espacio para llegar a un paraíso que llamarán hogar durante toda la eternidad, o freírse para siempre en la superficie de algo como el Sol.
La religión cree que la Tierra nació en la órbita de Kolob, antes de cambiar de vecindario y llegar a donde se encuentra actualmente. Supuestamente Kolob está situado en el centro de nuestra galaxia, porqué, si haces una religión, lo mejor es poner a una galaxia entera a girar en torno a ella. La única pista sobre la localización de esta estrella (o planeta) es que, de todos los cuerpos celestes en el espacio, Kolob es “el más cercano al trono de Dios”.


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