jueves, 2 de noviembre de 2017

Cazador cazado

El veneno no es una característica de las pitones, pero por ningún motivo desearás que se te cruce una en el camino y es que, a final de cuentas, son serpientes que matan a sus presas por constricción, una forma nada elegante de morir. En la isla de Sumatra, en Indonesia, un hombre de 37 años llamado Robert Nababan descubrió de la peor forma que no se debe molestar a una serpiente tan poderosa.
piton en sumatra indonesia gigante (2)
Robert labora como empleado de seguridad, y conducía su motocicleta por la provincia de Riau cuando encontró, atravesada en el camino, una pitón de 7 metros de largo. Quizá por temor a llegar tarde al trabajo, o porque simplemente se le hizo lo más lógico, el sujeto se bajó de la motocicleta e intentó empujar a la serpiente al acotamiento, no sin antes solicitar la ayuda de otras personas que también tenían la intención de transitar la vía.
 

En peligro de muerte.

Evidentemente, meterse con un animal de este porte es como jugar con fuego. En determinado momento, la pitón clavó sus poderosos colmillos en el brazo de Nababan y empezó a enrollarse en torno al cuerpo del hombre para matarlo. Él luchó con todas sus fuerzas, y su destino seguramente hubiera sido la muerte de no ser porque las personas en ese lugar le prestaron auxilio, logrando matar a la enorme serpiente.
piton en sumatra indonesia gigante (1)
Probablemente, la pitón sólo quería dejarlo inconsciente antes de empezar a devorarlo. Y vean si no es irónico el destino, quien terminó convirtiéndose en comida fue la pobre pitón: las personas que la mataron, encontraron que hubiera sido un desperdicio tirar al animal, por lo que aprovecharon para darse un festín cual boda de pueblo.
Nababan es un sujeto afortunado, pues no corrió la misma suerte que Akbar Bin Ramli, de 25 años, que el pasado mes de marzo fue encontrado sin vida al interior de una pitón enorme. En Indonesia, los encuentros fatales entre serpientes y humanos son cada vez más frecuentes, esto se debe a que el hábitat natural de los animales está siendo devastado para dar espacio a las plantaciones. Esto las obliga a ir a sitios más habitados, donde los encuentros son inevitables.