sábado, 14 de octubre de 2017

“Espiral de la muerte”

Desde el punto de vista de la biología, la vida humana puede dividirse en tres etapas: desarrollo, envejecimiento y vida tardía. Sin embargo, un creciente acervo de investigación viene proponiendo una cuarta fase que antecede de forma inmediata a la muerte, un lapso que los científicos están refiriendo como “espiral de la muerte”.
dos rostros sufrimiento y tranquilidad
Ashley Campbell
Aunque la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) es el objetivo principal en estas investigaciones sobre la “espiral de la muerte”, los científicos creen que estas conclusiones también pueden arrojar información importante sobre la última etapa en la vida de un humano.

“Básicamente, creemos que esto forma parte del proceso genéticamente programado de la muerte”, explica Laurence Mueller, encargado del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva en la Universidad de California.

La muerte de las moscas de la fruta.

En los últimos 10 años, diversas investigaciones con moscas de la fruta concluyeron que esta espiral puede detectarse a través de un descenso en el índice reproductivo (fecundidad), un resultado que se constató en esta investigación de revisión llevada a cabo por Mueller y sus colegas, publicada a inicios de año en la revista Biogerontology.
Drosophila melanogaster mosca de la fruta
Drosophila melanogaster. Fotografía de Viktor Rybak.
Por ejemplo, los investigadores encontraron que desde el momento en que una mosca hembra dejaba de colocar huevos, podía predecirse el fin de su vida: los indicadores de fecundidad empezaron a descender aproximadamente 10 días antes de que las moscas de la fruta jóvenes pusieran cero huevos. Con esto se sugiere que lo que conduce a la muerte de las moscas también afecta su capacidad de reproducción en esta etapa final.
En esta última revisión, Mueller puntualiza que este descenso se corresponde con otra estimación previa de la duración del espiral de la muerte. 10 días pueden significar una tercera parte de la vida de una mosca.

Otras investigaciones.

A partir del año 2002, investigaciones enfocadas en moscas de la fruta del Mediterráneo (Ceratitis capitata, conocidas popularmente como moscas del Mediterráneo), descubrieron que alrededor del 97% de los machos empezaron a mantenerse cabeza abajo aproximadamente 16 días antes de morir. De forma relativa, este potencial indicador de una espiral de la muerte también resulta aproximadamente equivalente al momento en que se presenta el descenso de la fecundidad en las moscas de la fruta.
En otra investigación se observó el estómago de nematodos, peces cebra y moscas de la fruta para determinar si presentaba una mayor cantidad de filtración antes de la muerte. Los investigadores probaron la permeabilidad del órgano suministrando sustancias colorantes a cada animal. Cuando la permeabilidad aumentaba, el colorante se filtraba en el cuerpo del animal, provocando un cambio en su color – un verde fluorescente en los nematodos y azul en las moscas y los peces. Publicada el pasado 22 de marzo en la revista Scientific Reports, la investigación concluyó que el filtrado intestinal es un indicador de muerte en las tres especies.

La espiral de la muerte humana.


Hasta ahora sólo hemos hablado de animales cuyo periodo de vida es muy corto. Sin embargo, la esperanza es que estas investigaciones sobre la espiral de la muerte en las moscas de la fruta y otros organismos puedan, en el futuro cercano, proporcionar más información a los científicos sobre el declive en los humanos antes de la muerte.
espiral escaleras
Andre Bohrer
En el artículo de revisión, el equipo de Mueller refirió un estudio realizado en el año 2008 y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences donde se muestran ciertasevidencias de que las personas también pueden experimentar la espiral de la muerte. En dicho estudio, los científicos analizaron la información recolectada entre 1998 y 2005 sobre las habilidades físicas y cognitivas de 2262 voluntarios daneses, con una franja de edad comprendida entre los 92 y 100 años.
Como resultado, las puntuaciones físicas y cognitivas de individuos que perecieron en los dos primeros años del estudio resultaron significativamente inferiores a las puntuaciones de aquellos que aún estaban con vida en 2005. Entre estas evaluaciones se incluyeron medidas sobre la fuerza de agarre, la capacidad para realizar actividades cotidianas (como comer o usar el baño) y una serie de exámenes que ayudaron a determinar el nivel cognitivo de los participantes.
anciano observando el mar
Seth Drum
Esencialmente, dice Mueller, la espiral de la muerte en los humanos puede ser la razón por la que muchas veces observamos un aumento distinto en las discapacidades antes que la persona muera. Los seres humanos representan un auténtico desafío como objeto de estudio, ya sea por motivos de índole ético o biológico, pero la investigación de la espiral de la muerte en otros organismos puede arrojar luz a los científicos sobre cómo funciona este proceso en los seres humanos, aseguran los investigadores.

Detectando la muerte.

La próxima fase de esta investigación podría implicar criar de forma selectiva a las moscas paraintegrar grupos que experimenten espirales de la muerte con diferentes duraciones.
“Una vez que se tiene la posibilidad de integrar poblaciones que resultan genéticamente diferentes en este sentido, te puedes preguntar: ‘¿Qué genes fueron alterados para reducir la distancia en la espiral de la muerte?'”, predice Mueller. Aplicando este conocimiento, teóricamente los investigadores podrían buscar en el genoma humano marcadores genéticos similares.
persona humo boca
Ricky Marendy
Una idea que no suena tan descabellada pues los seres humanos son genéticamente similares a las moscas de la fruta, según puntualiza Mueller. De acuerdo con el sitio del Wellcome Genome Campus, una organización centrada en recopilar información genética, 75% de los genes responsables por las enfermedades en seres humanos también se encuentran presentes en las moscas de la fruta.
Mueller tiene el acierto de aclarar que esta investigación no tiene como objetivo frenar o atrasar la muerte. En lugar de eso, podemos verla como una forma de mejorar la calidad de vida en las personas cuando se acerca el fin y, potencialmente, ahorrar cantidades inmensas de dinero en cuidados paliativos en el fin de la vida.
“Incluso aunque no seamos capaces de influenciar el momento en que mueres, nos gustaría hacerte una persona totalmente funcional hasta el día de tu muerte”, dice Mueller.