martes, 14 de junio de 2016

¿Quieres buen sexo? ¡Ten un buen amante!



El clítoris es un órgano sexual, la vagina es sólo un órgano reproductor...
Lo lamentamos por aquellos hombres que se sentirán heridos, pero es la verdad. Nadie puede ser buen amante cuando de compañero sexual se tiene a un inexperto. 
En el caso de las mujeres, específicamente, por más que pretendamos que las cosas fluyan, salgan bien, o que al menos sea entretenido, la verdad es que simplemente así no se puede.
Y que quede claro, la plenitud sexual es personal, pero imaginen el siguiente escenario:
Ella sabe perfectamente lo que le gusta, dónde quiere que la toquen, lo que quiere que le digan y hagan... pero él no. Ella le explica, le "enseña", pero él no conoce más allá de "el misionero" y "el perrito"...
Esta situación, amigas, la verdad es que aburre. Ustedes no están allí para "enseñar", y mucho menos cuando se trata de algo pasajero, porque hablar de la pareja es otra cosa.
Y no, no hablamos de esas veces en las que el asunto estuvo "medianamente" bien, o pasable, nos referimos a cuando no estás satisfecha. Un sexo regular no debería ser considerado sexo. 
Foto: Tomada de internet. 
La mujer sola puede darse la cantidad de placer que guste, pero ¿y en el coito? Sí, podemos manejar la situación cuando estamos arriba, pero no es que todo el tiempo movamos "eso", porque nada más no lo tenemos integrado a nuestro cuerpo.
Socialmente se cree que las chicas somos buenas amantes dependiendo de cuánto duremos, pero ¿cómo se determina esto? Es sencillo, depende de lo que el pene quiera durar.
Entonces, ¿qué pasa si él es "dura poquito"? Esto no cuadra. Se lo dejamos de tarea,el clítoris es nuestro órgano sexual, la vagina es sólo nuestro órgano reproductor.
Los varones pueden estar en ella todo el tiempo que quieran, pero no pasará nada, nosotras no estaremos en vía del ansiado clímax. Es importantísimo la estimulación previa, el sexo oral, las caricias, los juguetes directos al clítoris para llegar al orgasmo.
Un buen amante necesita de un buen amante. Nadie es accesorio de nadie como para que pueda funcionar.