miércoles, 29 de julio de 2015

Turista estadounidense, arrepentido de cazar al león más querido de Zimbabue


Finalmente se dio a conocer la identidad del cazador furtivo que terminó con la vida de Cecil, el león más famoso y querido de África, quien fue ultimado a las afueras de una reserva en Zimbabue. Se trata de Walter James Palmer, un dentista de Minneapolis que tiene como pasatiempo preferido el uso del arco y flecha.


Palmer se dijo arrepentido de haber cazado a Cecil, el león de melena negra estrella del Parque Nacional Hwange, hace una semanas.
El acaudalado cazador aseguró haber contratado servicios profesionales y que no sospechaba que hubiera algo ilegal, pues la empresa con la que se puso en contacto le garantizó contar con todos los permisos legales para operar.
Las autoridades locales imputaron a Palmer cargos por caza furtiva, mientras que arrestaron a dos personas originarias del país por su complicidad en la muerte de Cecil.
“No tenía idea de que el león que tomé era un ejemplar conocido y apreciado por los lugareños, que tenía collar y que era parte de un estudio hasta el final de la cacería. Confíe en la experiencia de mis guías profesionales para asegurarme que la caza era legal”, declaró Palmer en un comunicado.
Palmer, quien pagó 50 mil dólares por el safari en Zimbabue, ha estado en otras ocasiones bajo la lupa por sus prácticas. En 2009 fue entrevistado por el New York Times por cazar a un alce, y en 2006 cazó a un oso negro en Wisconsin, al parecer en terrenos de un área de conservación.
Johnny Rodrigues, ambientalista que denunció el caso a principios de julio, relató que empleados de la empresa de safaris atrajeron con una carnada a Cecil, para así llevarlo del Parque Nacional a terrenos privados, donde luego fue herido por Palmer con una flecha. El león logró escapar, y el cazador estadounidense lo persiguió por casi 40 horas, luego de lo cual mató con un rifle de alto poder, fue encontrado decapitado y despellejado.
De Acuerdo con Rodrigues, al darse cuenta de que el león tenía un equipo de localización satelital, intentaron destruirlo.

Hace días se corrió la versión de que un turista español había sido el culpable de la muerte de Cecil, historia que ahora se desmiente con la confesión del cazador estadounidense.